Todos los fabricantes de automóviles clasifican los modelos en varias categorías comerciales, las cuales varían en función de las dimensiones del vehículo, computando desde los dos metros y medio hasta los seis. Las clases son A, B, C y H. Las empresas de alquiler de coches se rigen por estas mismas categorías a la hora de valorar sus vehículos, así que aunque sean coches de diferentes marcas te costarán lo mismo si están en la misma categoría.
En el grupo A están los vehículos más pequeños, los que tienen una longitud de unos tres metros y que son principalmente urbanos. Son los llamados compactos utilitarios y casi en su totalidad son carrocerías con tres puertas donde el maletero no es muy espacioso. Ejemplos de este grupo pueden ser el Fiat Seicento o el Opel Corsa.
En el grupo B ya encuentras vehículos un poquito más amplios con una longitud de unos tres metros y medio y que algunos de ellos tienen cinco puertas, siendo todos ellos de cinco plazas con comodidad. Es también un vehículo para ciudad pero por sus condiciones es también óptimo para realizar largos desplazamientos. Aquí puedes encontrar un Ford K, Renault Twingo o Volkswagen Polo.
En el grupo C tienes los vehículos de tamaño medio como el Renault Megane o el Seat León. Suelen de cinco puertas y están totalmente recomendados para viajes largos, donde cinco personas pueden ir con total holgura ya que tanto las plazas como el maletero tienen una gran amplitud.
En el último grupo, el H, encontramos el resto de los vehículos. Aquí si que puede variar el precio de un vehículo a otro, ya que hay desde monovolúmenes hasta limusinas o coches deportivos. Cuando vayas a alquilar tu vehículo ten en cuenta todas estas categorías para que sepas pedir exactamente lo que necesitas.
Foto: National Atesa